lunes, 3 de diciembre de 2007

Minuto de silencio... alemán!

El silencio es algo que entre los latinos se conoce solo de nombre y poco por experiencia propia. Tal vez muchos, como yo en el pasado, piensen que no es cierto, que en realidad sí sabemos tener momentos de silencio. Mmm... les comparto algunos pensamientos y después me dicen.

Un dicho alemán que me enseñaron en mis primeros meses en este país es uno que dice "Ruhe ist die erste Bürgerpflicht", que traducido quiere decir "el silencio es la primera obligación de un ciudadano". Y uno lo nota.

1. En la iglesia, minutos antes de comenzar la reunión, los únicos todavía hablando, cuchicheando y haciendo ruído son los extranjeros. Los alemanes ya están guardando el respetuoso silencio que antecede al inicio de cualquier reunión.

2. En el contrato de alquiler del apartamento dice que "debe reinar silencio entre las 12 y 14 hs., y a partir de las 19:00 hs." Los fines de semana tampoco se debe hacer ruido que disturbe a los vecinos.

3. En los lugares donde se reciclan las botellas de vidrio se nota claramente el cartel que dice que solo se pueden arrojar las botellas hasta las 19:00 hs. Después ya está prohibido.

4. Etc.

Pero cuando más notamos este "silencio alemán" es cuando recibimos visitas de Latinoamérica. Cuando contrastamos dos cosas, notamos mucho más las diferencias.

Una de nuestras visitas se avivó y decidió, previo al viaje, llamar a las 3 de la mañana a mi cuñado (que ahora vive en España, pero que logró sobrevivir poco más de un año en este país germano) para preguntarle un poco sobre la cultura y el país. Éste muy acertadamente, entre otras cosas, le aconsejó: "Cuando estén comiendo y de repente se haga silencio, no te preocupes, no pasa nada, es normal para los alemanes".

Y efectivamente, este consejo le sirvió cuando estuvimos almorzando en casa de una familia. Es normal que de repente se haga silencio y nadie diga nada. El latino, por el contrario, trata de rellenar el silencio con alguna anécdota, algún comentario, alguna pregunta, etc. Ahora este amigo, apegándose al consejo que le dieron, "acompañó" el silencio... pero le costó! Me resultaba gracioso ver como movía un poquito el plato, acomodaba el vaso, alineaba los utensilios, etc. ¡Cuesta estar en silencio!

Otro ejemplo en una pequeña reunión con la directiva de la iglesia para tratar algunos puntos: Cuando ya un tema está resuelto, se hace un silencio de unos minutos, como si fuese el protocolo para pasar al siguiente tema. Y si alguien interrumpe ese silencio enseguida, seguro que es para agregar algo relacionado a lo último hablado.

El problema surge cuando el latino, agobiado por ese silencio, sigue haciendo comentarios al tema que para los alemanes ya fue finiquitado. Y así se pasa un rato de forcejeo entre el intento de "guardar" ese silencio protocolar, y el de tratar de "rellenar" el agobiante silencio.

Uno podría seguir añadiendo ejemplos, pero creo que ya fue suficiente para explicar esta importante diferencia cultural entre germanos y latinos.

¿Y ahora qué me dicen? Espero sus comentarios.

Un abrazo a todos,

Omar

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que me haz hecho reir desgraciado!!!, No me imagino como latino, predicador y sanguineo-colñerico, haciendo silencio. A esto tendrias que agregarle los silencios en las correspondencias. No se por qué me siento aludido. ggg
Daniel H. Hurtado

Anónimo dijo...

(...................................................................................................................................................)

Anónimo dijo...

Ese fue mi comentario en silencio alemán! Ahora un Abrazo latino!(fuerte,caluroso, ruidoso, con golpecitos en la espalda y regado de comentarios como: que grande che, que bueno verte!, Maestro..!)