viernes, 3 de agosto de 2007

Desayuno con el Imán

Un tiempo atrás el imán de una de las mezquitas de Wanne-Eickel (el lugar donde vivimos) nos invitó a desayunar a su casa. Es la misma persona con quien nos habíamos encontrado dos veces para charlar sobre el islamismo y el cristianismo junto con otros 2 creyentes.

Después de varios desencuentros, finalmente ayer de mañana, en un día lluvioso, pudimos ir a su casa y conocer a la familia. Como ya me lo esperaba, la esposa del imán tenía velo y ropa con mangas largas. Pero sí me llevé una gran sorpresa y un choque (cultural) cuando al llegar quise saludarla: ella no me dio la mano cuando yo le extendí la mía, sino que simplemente dijo dos veces 'gracias' en turco. (¡Ya de entrada metí la pata con la mano!). Cuando le tocó el turno a Evelyn, por otro lado, a ella sí le dio besos, abrazos y palmaditas en la espalda.

Aunque el imán no tiene una personalidad magnética (como todo imán debería tener, según Les Luthier), este hombre es muy amable y abierto al diálogo. Nos comentó, por ejemplo, que tenía contacto con el pastor de una de las iglesias evangélicas estatales y con el cura de una iglesia católica del lugar donde vive (en Herne, muy cerca de nuestra localidad).

Aparte del pequeño susto con el saludo inicial, el resto de la media mañana fue muy interesante y ameno. En una sociedad alemana donde los lazos de la estructura familiar "papá+mamá+hijos" están tan debilitados y son ya casi atípicos, sobresalen mucho las familias musulmanas por la importancia que le dan a mantener y respetar la estructura familiar tradicional. Y no se podía esperar menos del imán.


(La foto corresonde al "Festival de la Familia", organizado por una de las mezquitas de Wanne. Ahí se nota la importancia que ellos le dan a la familia)

Cuatro hijos (dos nenas y dos varones), la mayor ya usa velo, todos muy respetuosos, amables, cariñosos. En distintos grados, tres de ellos ya pueden recitar largas porciones del Corán en árabe y de memoria (aunque no las entiendan) y se sienten satisfechos (por no decir orgullosos) de ello.

Más de dos horas duró la visita y charlamos sobre nuestras familias, la escuela de los chicos, el sistema de educación aquí en Alemania, idiomas y culturas.

Al despedirnos (que fueron varias veces, ¡ja!) nos dijeron repetidamente que nos esperan otra vez e incluso los niños nos lo decían con efusión, como si les hubiera gustado mucho nuestra visita. La esposa del imán también le dijo a Evelyn que la visite cuando quiera...

Finalmente el imán nos acompañó hasta el automóvil y ahí nos despedimos.

Mis impresiones con respecto a esta visita:
  • Aunque desde el punto de vista cristiano el islamismo es solo una religión que como tal no puede salvar, el testimonio de la unidad familiar que tienen respalda fuertemente el mensaje que predican.
  • Aunque sé de memoria muchos versículos, ¡qué poco celo he demostrado para memorizar largas porciones de la Biblia! Estos niños se aprenden extensos trozos del Corán a temprana edad en un idioma que no entienden.
  • ¿¡Cómo compartir de forma significativa el mensaje del evangelio con esta familia!?
  • ¿¡Con qué celo vivimos y expresamos nosotros nuestro cristianismo!?
Espero que a ustedes también les haga reflexionar. Dios los bendiga a todos,

Omar

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Qué bueno! Esperamos más noticias... Un abrazo.